Para 2 personas
200 gr. de verdinas
1 cebolla
1 cabeza de ajos pequeña
1/2 pimiento verde
1 tomate maduro
1 chorrito de brandy
1 ñora
1 hoja de laurel
8 Gambas arroceras
1 Bogavante
1/2 paquete de vieiras congeladas de la sirena
1 litro de caldo de pescado
Preparación:
Ponemos a dorar en una cazuela la cabeza de ajos entera y con un corte transversal, (siempre entera porque si se cortan del todo dan un sabor fuerte a todo el guiso), con un poco de aceite.
Cuando hayan cogido color añadimos la cebolla y el pimiento, bien picaditos. Conviene poner algo de sal en ese momento para que suelten mejor el sabor.
Cuando el sofrito tenga un apetecible color doradito, sin llegar a tostarse, se retira la mitad a una sartén para hacer el guiso del pescado (también se puede hacer este paso en la TH), y en la olla se añade el caldo frío y las verdinas (que por supuesto habrán estado a remojo toda la noche) y la hoja de laurel.
Mientras que se van guisando lentamente las verdinas (deben ponerse a fuego fuerte hasta que rompan a hervir, luego se espuman y se reduce al mínimo para que se hagan sin dar borbotones),podemos ir preparando el sofrito.
Al sofrito le añadimos un tomate pelado y triturado sin pepitas, un chorrito de brandy, las cabezas y las cascaras de las gambas, la cabeza del bogavante y la carne de la ñora (que antes habremos puesto a remojo para que se desprenda su carne sin dificultad), y lo dejamos cocer hasta que se evapore el alcohol (también se puede flambear). Con el mismo caldo que hemos usado para las alubias, o con un poco de agua, se alarga esta salsa para que no se pegue y pueda cocer lentamente media hora.
Luego se saca la cabeza del bogavante y se añade este sofrito a la olla, pero a través de un chino, para evitar que caiga algun trozo. Cuanto antes se meta el sofrito en el guiso, mejor, para que este tome mas sabor.
Cuando estén tiernas las verdinas (sobre 2 horas y media), se le incorpora el cuerpo del bogavante, partido en dos, las gambas y las vieiras (previamente salteadas en un poco de aceite), y se retira del fuego, porque con el calor que tiene más el del recalentado, ya se hará todo más que de sobra, pero sin quedar pasado. Se deja reposar el guiso hasta enfriar (o de un día para otro) y al momento de servir se recalienta a fuego moderado para que no se rompan ni se peguen.
Servir calentito y a chuparse los dedos!!!!
Que ricas Mabel, yo tambien las hice pero en vez de bogavante llevaban: rape, pulpo, almejas, vieira, gambón y calamar de Potera. Todavía recuerdo lo buenísimas que me quedaron. Es una pena que en mi barrio no se encuentran las verdinas. En cuanto vaya a Salamanca me las traigo.
ResponderEliminarbesos